La leyenda oriental de los Siete Durmientes de Éfeso es bien conocida entre los Fieles del Hombre Verde (Khadir) por aparecer recogida en el Corán (XVIII, 9-26), siendo además uno de los pasajes más misteriosos del texto sagrado. Según su versión cristiana, en el año 250 unos jóvenes escaparon de la persecución del emperador Decio (249-251), refugiándose en una cueva. Allí permanecieron dormidos durante ciento noventa y seis años, despertando en el reinado de Teodosio II (408-450); por su parte, la tradición coránica prolonga el sueño de los jóvenes hasta el año 309 de la era cristiana. De las informaciones contenidas en el relato coránico, hay varios temas especialmente misteriosos que han llamado la atención desde siempre: la duración del sueño de los jóvenes, así como la fórmula (300 años + 9 años) con la que se expresa en el texto sagrado la duración de su estancia, y las diferentes hipótesis en cuanto al número de Durmientes, acompañada de esta observación que parece aludir a un conocimiento esotérico reservado a un pequeño número de personas: Di: “Mi Señor conoce mejor su número. No lo conocen sino unos pocos” (XVIII, 23), la mención al perro que acompaña a los jóvenes y, en fin, el enigma que representa el término al-Raqim en la expresión “las Gentes de la Caverna y de al-Raqim”. Según la tradición, este capítulo hace descender sobre los corazones la Presencia Divina, la Sakina en su aspecto de Paz.
Extraído de la Introducción a Las Cuarenta Estaciones del Alma, Abi-l-Khayr.