lunes, 4 de octubre de 2010

Los Seis Tesoros

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Si decimos que hay un cuerpo que sobrevive "en la tumba", ese cuerpo sigue siendo invisible para los terrenales, para la gente de este mundo, a causa de la opacidad que oscurece sus ojos de carne y que les impide ver lo que no pertenece a la misma especie que ellos. Por esta razón el Imam Ya'far también compara este cuerpo invisible con los residuos de oro que quedan siempre en el crisol del orfebre. Los ojos tampoco pueden ver estos restos, pero el orfebre, después de lavarlos con agua y de purificar la tierra con la que estaban mezclados, los hace aparecer de nuevo.
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Cuando Dios desea resucitar a las criaturas difunde por toda la Tierra una lluvia que procede del océano situado debajo del Trono, cuyas aguas son más frías que la nieve. Entonces la faz de la Tierra se confunde en un océano único. Las olas chocan impulsadas por la vehemencia de los vientos. Se produce una afinación universal.
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De este modo el cuerpo espiritual lleva a cabo su nacimiento "en la tumba", como el hongo en su humus. Cuando el tañido de Serafiel hace vibrar la trompeta, los Espíritus emprenden el vuelo. Cada Espíritu se apresura a buscar su carne espiritual, hace estallar la tumba, que cede ante ella como la capa de humus cede ante el empuje del hongo. Este cuerpo espiritual que resucita es el cuerpo que pertenece a la Tierra de Hurqalya.
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La Tierra de Hurqalya está situada en el octavo clima (...) corresponde al grado más elevado de la Esfera suprema, la que se denomina "Esfera cristalina". (...) "Hurqalya" es una palabra de lengua siríaca, es decir, de la lengua que usan actualmente los sabeos, a quienes se llama hoy mandeanos, que se han asentado en gran número en Basora y en sus alrededores.
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"Nada existe sin que el Tesoro exista en Nosotros" (de una aleya del Corán).
"Estos "seis tesoros" están situados en el orificio de la trompeta cósmica de Serafiel, que es la matriz del Espíritu. Cuando el Arcángel Serafiel tañe la "Trompeta de la Resurrección" (el "segundo toque" de la Trompeta) el espíritu desciende hacia la tumba. Una vez reunidos todos sus tesoros penetra en su caro spiritualis.
Fragmentos encontrados en Fisiología del cuerpo de resurrección, del sayj Ahmad Ahsa'i.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Etología de los serenos.

Los espacios de las aves y animales, las juntidades del bichema, no se configuran por territorialidades sino por zonaciones de proyección de sí a su alrededor, en el perímetro de su alcance imponderal. Allí su ventaja y don: urdir la totalidad de sus cuerpos a traves del alcance invisible de esos hilillos finísimos casi siempre nocturnos.
Así el origen de un tabu actuante, en esta magia de las dunas, no es una prohibicion ni una frontera, sino una liturgia sostenida y co-lindante a una indicación difusa y musitadora, diluida noche a noche en el entorno.
La vida es este enigma tremebundo de la reverberancia de las conciencias, un cantoreo que se escurre para abismarse entre otras conciencias de otros intermundos cantantes. Capto la punta de un sonido en su triqueteo muy cerca, de un sonido iniciado muy lejos en espacios y tiempo: cada tric-trac rama en la tric-trac trama de la texturia que orino junto al Zorro. Para toda esta psicurgia al ras nos sirve de ejemplo radiónico la mantis: alli donde cae, reza.
Porque primitivamente (anteriormente)
los pueblos nacen al ras, en los sobrepujamientos de arena y viento. Micropoblaciones de arena y viento. Arena y viento es el constructivismo a chispas del silicio, el cuarzo y el yeso. De allí que nuestro tabú actuante nos depare un plató selenita.
. Erevan Adi ·

lunes, 14 de junio de 2010

Yo estaba con mi Turba ...

"Yo estaba con mi turbante atado y fui invitado a cubrirme el rostro con el turbante, a la manera de un velo; ese velo sin embargo, no era un velo de ocultamiento sino a partir del cual me percibía en el Núcleo.

"Se otorga así el Turbante de la Luna y a veces su Capa: 'Cuando la veas a través del velo, verás una Cruz de Luz. Por esa Cruz entran y salen las almas de la Tierra, una cruz arcangélica en la Luna. Por el mismo trucaje se deja ver que la Luna es la primera máscara que se da y también se corre'.

"Cuando se corre hacia arriba, portada en una tecla de abanico, amanece por detrás la tecla de abanico del Sol, para después también correrse, como lentes o lentillas de una señal ferroviaria, mientras que el tercer celofán o máscara es la Estrella. Cada una de ellas modulaciones del esplendor del que son maneras de ralentamiento.

"Hacia Nur al-Nur se va velado con el Turbante de la Luna, se avanza con rostridades de astro (primero de Luna, después de Sol, después de Estrella). Se avanza enmascarado no sólo hacia el mundo, sino hacia el esplendor, con el manto de la Luna, con el del Sol, con la capa de la Estrella. El velo no oculta ni retira: permite captar la transparencia atravesando los mantos, flujo de una sangre que no es sangre ni es roja, pero tiene células traslúcidas deslizándose en una corriente que regala, por capilaridad, otro velo para la danza del sereno.

"Aceptarse en ese silencio no es quedarse dormido. Nos ofrecemos como la continuidad que le da de hablar a los ruidos.

"En la noche hay un Grillo que no es de la Tierra, que no anida en esta Tierra, hay un Grillo que es del aire, que gira en el aire como gira su sonido, un ángel-grillo del Gran Oido, con algo de brasa o candela, que atraviesa a los demás grillos y les brinda su fuego. Anoche lo contemplamos."
Del Shaykh Adi

viernes, 23 de abril de 2010

El aceite de la Osa

"Los tres shaykhs consumían una comida mística compuesta de panes de trigo y un aceite tan sutil que parecía una pura substancia espiritual. "Es el aceite de la constelación de la Osa, que recogimos para tí" (...)
Noche tras noche, concentré mi atención en esa constelación y observé que formaba siete orificios por los que Alaha se empezaba a mostrar. "¡Dios mío!", exclamé, "¿qué es esto?". Me dijo: "Son los siete orificios del Trono". (...)
Cada noche seguí observando estos orificios en el cielo, hacia los que me empujaba mi amor y mi deseo ardiente. Y una noche vi que estaban abiertos, y vi al Ser divino que se manifestaba a mí por esos orificios. Me dijo: "Me manifesté a tí por estas aberturas; ellas forman siete mil umbrales hasta el umbral del pleroma angélico. Y me muestro a ti por todas a la vez (...)
"Ahora sostén este cable o rayo y sube hasta las almenas del Trono. Serás un testigo invisible en el cielo."
Ruzbehan de Shiraz

martes, 2 de marzo de 2010

Los Vigilantes Invisibles. La región de las dunas.

(...) Hablo del misterioso país de Yuh, país de los "hombres de lo Invisible" que sólo reconocen como única soberanía la del profeta Jidr (el Khadir) y en el que penetra el peregrino del espíritu (...) Es una tierra que fue creada más blanca que la leche, más suave que el almizcle. Cuando Adán salió hacia su exilio, se volvió del color del polvo (...) e iba hacia una zona gobernada por el Khadir, habitada por los "hombres de lo Invisible", el país del "sol de medianoche" (...) hasta que aparece ante ellos, en la "región de las dunas", el Ser Divino no-nacido (...) Ahora bien: mientras que los habitantes más pesados de la Tierra están unidos por la imaginación de la vida cotidiana o de la vida futura, quien está copresente ante la Presencia es un Vigilante, alguien Alerta (un Egregoros); su grado de vigilia está en función de su copresencia recíproca con Dios (...) Por eso hay estado de vigilia para los habitantes de Al-A'raf y para quienes están en la "región de las dunas". Éstos se hallan en co-presencia y su grado de vigilia está en relación con la teofanía que se les manifiesta. Se trata de un Vigilante (Yaqzan).
(...)
El Extranjero conocido con el nombre de Espíritu viajó hasta que alcanzó el país que se conoce como el país de Yuh. Cuando llegó a este Cielo, llamó a la puerta del umbral prohibido, y una voz le preguntó:
-¿Quién eres tú, el enamorado que llamas a la puerta?
Él respondió:
-Un fiel de amor separado de los suyos.