sábado, 1 de octubre de 2011

Las Gentes de la Caverna y de Al-Raqim

La leyenda oriental de los Siete Durmientes de Éfeso es bien conocida entre los Fieles del Hombre Verde (Khadir) por aparecer recogida en el Corán (XVIII, 9-26), siendo además uno de los pasajes más misteriosos del texto sagrado. Según su versión cristiana, en el año 250 unos jóvenes escaparon de la persecución del emperador Decio (249-251), refugiándose en una cueva. Allí permanecieron dormidos durante ciento noventa y seis años, despertando en el reinado de Teodosio II (408-450); por su parte, la tradición coránica prolonga el sueño de los jóvenes hasta el año 309 de la era cristiana. De las informaciones contenidas en el relato coránico, hay varios temas especialmente misteriosos que han llamado la atención desde siempre: la duración del sueño de los jóvenes, así como la fórmula (300 años + 9 años) con la que se expresa en el texto sagrado la duración de su estancia, y las diferentes hipótesis en cuanto al número de Durmientes, acompañada de esta observación que parece aludir a un conocimiento esotérico reservado a un pequeño número de personas: Di: “Mi Señor conoce mejor su número. No lo conocen sino unos pocos” (XVIII, 23), la mención al perro que acompaña a los jóvenes y, en fin, el enigma que representa el término al-Raqim en la expresión “las Gentes de la Caverna y de al-Raqim”. Según la tradición, este capítulo hace descender sobre los corazones la Presencia Divina, la Sakina en su aspecto de Paz.

Extraído de la Introducción a Las Cuarenta Estaciones del Alma, Abi-l-Khayr.

viernes, 17 de junio de 2011

Los amigos de Dios

La inspiración de Dios no es astrología ni geomancia ni ensueños,
los sufíes la llaman inspiración del corazón
considérala "inspiración del corazón" porque el corazón es Su morada.

Las revelaciones verbales son específicas de los profetas
y las inspiraciones divinas son específicas de los amigos de Dios.

Si tú deseas ver el bello rostro del Amigo
sabe que el corazón es el espejo en el que a Él se contempla.

Lo he escrito todo partiendo de mi propia experiencia
y no robándolo, como los demonios, a los ángeles
quienes por estar privados de la ayuda divina
no superan el nivel de la imitación ni poseen la visión mística.


Cada uno de los amigos de Dios, según la gracia que le ha llegado, ha alcanzado una morada y un estado espiritual diferentes. Como la diferencia en los estados da origen a diversidad en las palabras y en las alusiones, cada ruiseñor en este jardín entona una melodía distinta y cada ave del amor posee un canto nuevo. Esta diferencia de estados espirituales y la diversidad de las alusiones resulta ser una dificultad para la gente común.

El que se halla perplejo con estas realidades
debe llegar a conocerlas.


Después de los profetas, el siguiente grupo de hombres perfectos son los amigos de Dios, que guían a la gente en sus viajes a lo largo de este camino o línea continua y circular imaginaria, conocida como el viaje de descenso y ascenso al Origen.


Según los sufíes, entre los amigos de Dios, al igual que entre los profetas, existen también diferentes niveles de perfección, una diferencia que depende de la morada espiritual que han alcanzado en su viaje interior, por medio de la revelación visionaria y la visión contemplativa. Cada uno habla del camino y sus etapas, del caminante y de la Meta, según su propia capacidad y de una forma diferente.


Los amigos de Dios son de diferentes tipos. Algunos son señores de la ebriedad espiritual: en su ebriedad desvelan los misterios divinos que han pasado por su corazón puro y, en su inconciencia de sí, no guardan en secreto lo que han contemplado o el estado espiritual que han experimentado.

//Pienso en la rima, pero me dice la que es Dueña de mi corazón:
"No pienses en nada más que en mi encuentro
quédate sentado con felicidad, oh meditador Mío de rimas.
Porque tu rima más bella, es Mi presencia.
¿Qué son las palabras para que pienses en ellas?
¿Qué son las palabras? Espinas en el seto de la viña." //


Las palabras "llamo a Dios" pertenecen al versículo del Corán: "Éste es mi camino, basado en la intuición: llamo (a los hombres) a Dios".


El profeta Mohammad es el último de los profetas, con el que culmina la llamada de todos los demás profetas anteriores y comienza la de los amigos de Dios.

Fragmentos sueltos de El Jardín del Misterio, de Mahmud Shabestari.

sábado, 5 de marzo de 2011

Etología selenita

Estaba en el apex del plano abierto cuando empecé a rotar por la olla de arena. Era un traslador de microvolcanes y craterismas. A ese rotor lo llamamos máquina. A veces animal.
Cuando hay brazos de arena hundiéndose en la esferación de los contornos hay las vías para la incantación del seleno caminar.
Arbustales de dos a tres metros de altura y montículos, prisman del éter la bruma que los alimenta. De esos hilachales, telas, hila en un recodo la Iatropapisa extraída de los árboles.
El laberintío hace y deshace animales de ipso facta poda, en el trans de unas llamaciones que alcanzan las estrellas.