(...) Hablo del misterioso país de Yuh, país de los "hombres de lo Invisible" que sólo reconocen como única soberanía la del profeta Jidr (el Khadir) y en el que penetra el peregrino del espíritu (...) Es una tierra que fue creada más blanca que la leche, más suave que el almizcle. Cuando Adán salió hacia su exilio, se volvió del color del polvo (...) e iba hacia una zona gobernada por el Khadir, habitada por los "hombres de lo Invisible", el país del "sol de medianoche" (...) hasta que aparece ante ellos, en la "región de las dunas", el Ser Divino no-nacido (...) Ahora bien: mientras que los habitantes más pesados de la Tierra están unidos por la imaginación de la vida cotidiana o de la vida futura, quien está copresente ante la Presencia es un Vigilante, alguien Alerta (un Egregoros); su grado de vigilia está en función de su copresencia recíproca con Dios (...) Por eso hay estado de vigilia para los habitantes de Al-A'raf y para quienes están en la "región de las dunas". Éstos se hallan en co-presencia y su grado de vigilia está en relación con la teofanía que se les manifiesta. Se trata de un Vigilante (Yaqzan).
(...)
El Extranjero conocido con el nombre de Espíritu viajó hasta que alcanzó el país que se conoce como el país de Yuh. Cuando llegó a este Cielo, llamó a la puerta del umbral prohibido, y una voz le preguntó:
-¿Quién eres tú, el enamorado que llamas a la puerta?
Él respondió:
-Un fiel de amor separado de los suyos.